El índice Hang Seng (HK50) en medio de la geopolítica y otras presiones. ¿Seguimos a la baja?
Varios factores de riesgo sobre el mercado asiático hunden el Índice de Hong Kong, Hang Seng (HK50).
La invasión rusa a Ucrania ha supuesto una presión adicional a los mercados que recién se recuperaban de las fluctuaciones ocasionadas por los efectos del COVID-19.
Divergencia entre Importadores y Exportadores
En esta ocasión los mercados globales enfrentan un aumento en los precios de las materias primas debido al conflicto geopolítico, lo que está ocasionando divergencia entre exportadores e importadores.
Las principales sanciones impuestas por EE. UU, Reino Unido, Europa y sus aliados sobre Rusia, no sólo impactan a este país financieramente sino que la privan de su capacidad de exportar sus productos básicos. Recordemos que Rusia es un importante productor de petróleo, gas natural, alimentos y metales preciosos y minerales raros. Ucrania es también un importante exportador de alimentos, que ha visto mermada su capacidad de exportación por la invasión.
China es uno de los principales socios comerciales de Rusia y además es importador de los bienes de El Indice ambos países. China posee un déficit comercial de productos básicos de más del 5% del PIB, lo que implica que compra más materias primas de las que vende y el incremento de los precios ya comienza a afectar la cadena de producción.
Asimismo, el hecho de que China sea uno de los socios comerciales más cercanos de Rusia pone a los mercados asiáticos en alerta, en especial por el temor de que el gigante asiático contribuya financiera y militarmente con Rusia.
Nuevas Reglas al comercio de tecnología
Las sanciones se extienden a empresas tecnológicas, desde que Huawei continuó comercializando sus productos en Rusia, lo que ocasionó nuevas medidas por parte de EE. UU. El gobierno estadounidense ha anunciado “La Regla de Producto Directo Extranjero” para toda Rusia.
Se trata de una regla que ya se le había aplicado antes a Huawei y que ahora va para todos los fabricantes, que exige que toda empresa internacional que utilice artículos tecnológicos que incorporen tecnología estadounidense deben recibir una licencia por parte de EE. UU antes de poder ser enviados a Rusia; y esto afecta a varias empresas ya que muchas de ellas utilizan dispositivos chips y software de EE. UU. Una restricción que no sólo abarca a los semiconductores sino a equipos de telecomunicaciones y seguridad de la información, sensores, láseres y ordenadores y otros componentes. Lo que ya puso una presión adicional sobre las empresas chinas que lidian con un gran número de regulaciones nuevas.
Crecientes Casos de COVID- 19 en China
Esta semana el Índice Hang Seng cayó de nuevo un 7% dejando el índice bursátil de Asia-Pacífico en números rojos. Y esta vez la razón fueron nuevos confinamientos impuestos en la región de Shenzhen, el centro tecnológico y varias ciudades como consecuencia de crecientes casos de coronavirus, el mayor número de casos desde febrero de 2020, algo que en China es más significativo que en el resto del mundo debido a su política de “cero Covid” lo que implica que impondrán severas restricciones para combatir los brotes locales y esto como sabemos impacta la movilidad y la actividad económica, con impacto indirecto en la economía global debido a las interrupciones en la cadena de suministro.
Tensiones entre China y EE. UU
La guerra comercial de la era de Trump terminó parcialmente, pero se puede decir que varios eventos dejan entrever un tipo de guerra fría tecnológica entre los dos gigantes más relacionada con la seguridad de datos.
Como consecuencia, en 2020 el Congreso aprobó una ley dirigida específicamente a las empresas chinas según la cual la Junta de Supervisión Contable de Empresas Públicas (PCAOB) debe inspeccionar las auditorías de las firmas extranjeras que cotizan en los mercados estadounidenses, y de no presentar los estados financieros a los auditores aprobados por EE. UU se exponen a ser excluidas de las bolsas de valores. y China aprobó regulaciones que buscan que dichas empresas sirvan más al estado y menos a los clientes.
Guerra y Geopolítica
Si bien hasta ahora hemos visto los diversos factores que están afectando el principal índice chino, la guerra en Ucrania tiene otra vertiente política que mantiene tensión y está más relacionada con la postura de China en el conflicto. Si bien China respalda las soluciones diplomáticas no ha manifestado una posición contraria a la invasión y en lugar de ello se abstuvo en las votaciones de Naciones Unidas, lo que ha alertado a EE. UU de la posibilidad de colaboración con Rusia.
De allí que Estados Unidos ha enviado advertencias a China sobre posibles sanciones en su propia economía si decide suministrar equipo militar a Rusia, y considerando que China está enfocada en su desarrollo económico, no está interesada en perjudicar su economía más de lo que el Covid y la guerra económica lo ha hecho.
Análisis Técnico
El Índice de Hong Kong, Hang Seng (HK50), ha estado en tendencia bajista desde principios del 2021 y tras una leve corrección en enero y principios de febrero se ha desplomado hasta alcanzar casi el soporte del 2016 en 17.988, con una notable recuperación desde el miércoles 16 de marzo, subiendo un 9% en la mayor subida desde la Gran Recesión, impulsadas por noticias sobre un renovado apoyo estatal a la economía, promesas de estímulos y políticas favorables al mercado para "dinamizar la economía, además del acercamiento con las autoridades estadounidenses para mantener la cotización de firmas chinas en sus bolsas.
El progreso del escenario anterior determinará si las cotizaciones cambian de rumbo buscando romper la resistencia de febrero en 25.145,50, lo que cambiaría la tendencia de este importante índice asiático. Pero si los fundamentales iniciales continúan presionando los mercados, es probable que este índice retome su camino bajista después de tocar la zona de la EMM de 50 muy cerca del retroceso de Fibonacci del 61.8%. Por lo que la continuación bajista la consideraremos por debajo de los 21.000 hacia los siguientes soportes del 2016 en 17.988,90 y del 2011 en 15.979,90